domingo, 13 de noviembre de 2011

Comentarios a mi blog sobre el déficit.

Hace pocos minutos he publicado un blog que argumenta que para solucionar el problema del déficit de España y otros países del euro, sin dañar los servicios que constituyen nuestro estado del bienestar,  hay que aumentar el impuesto de la renta de las personas físicas. No es una postura demagógica, ni simplista.
Para no sobrecargar en demasía la longitud del texto me he dejado en el tintero algunos comentarios que ahora querría añadir.

 Sorprende que una medida que se argumenta que es fácil e imprescindible, no figure en el programa electoral de los grandes partidos. Está claro que es una medida impopular, pero no lo es más que flexibilizar el despido, recortar gastos en sectores claves para el estado del bienestar como educación o sanidad, bajar el salario de los funcionarios, congelar las pensiones, etc. La diferencia es que las anteriores medidas afectan a sectores concretos de la sociedad, fundamentalmente los más vulnerables. Por el contrario una medida como la que yo propongo afectaría en mayor medida a los que más tienen. Así que tendremos que preguntarnos si hay impopularidades de primera y de segunda según a quién afectan.

Podemos agregar elementos a la sorpresa si constatamos que las medidas propuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) o los órganos  económicos europeos a los países con un problema grave de déficit, son también diferentes de las que yo propongo. !Que osadía que un ciudadano de a pié pretenda enmendar la plana a los expertos de estas instituciones o a los equipos económicos de los partidos!

Por un lado está  el canto al sol que nos ofrecen algunos partidos en los que milagrosamente la economía se recupera y el problema desaparece. Claro, para conseguirlo casi siempre las formulas son las de favorecer la vida a las empresas y pretender que todo lo demás vendrá por añadidura: La argumentación tradicional de la derecha, aunque puesta en práctica también por los que se autodenominan de izquierdas.

Por otro lado, están las medidas impulsadas por el FMI que sugieren recortes al estado de bienestar, en forma de retrasos en la edad de jubilación, una rebaja de las pensiones mediante formulas de cómputos nuevos,  flexibilización del mercado laboral, de las prestaciones de desempleo, etc. Y junto con estas, la venta de activos del estado al sector privado, etc.

¿Como se puede cuestionar lo que dicen los grandes expertos? Lo siento, pero yo lo hago. Por debajo hay un problema político y el FMI y otros sectores económicos tienen en su agenda un modelo de sociedad que no es el mio. Pero además su supuesta infalibilidad está en tela de juicio si se repasa la historia reciente del organismo. No lo digo yo. Lo dicen también voces muy cualificadas como el premio Nobel de economía J. Stiglitz. En su libro "Globalization and its discontents", cuya lectura recomiendo, da múltiples ejemplos de situaciones en los que los países que siguieron las recomendaciones del FMI empeoraron su situación y los que no lo hicieron prosperaron. Y si nos remontamos a la historia mas reciente, cabe preguntarse porque esos expertos y sus instituciones no avisaron de la crisis. La crisis  financiera no fue el resultado de la mala gestión del estado, sino de la mala gestión del sector financiero. Precisamente, la desregulación y la inacción del estado permitió que la crisis se produjera. Ahora se pretende que la solución al problema creado pase por el adelgazamiento aún mayor del estado. Los ciudadanos mas vulnerables pagaran la factura por los excesos de otros.

Esa deslegitimización también afecta a las empresas de valoración como S&P, Moody y Fitch. Dichas empresas no solo no avisaron de la crisis, sino que la favorecieron con ratings elevados a productos financieros basura. Ahora sin embargo castigan a los países con rebajas de calificación, con una incidencia muy negativa en los intereses que los paises han de pagar por su deuda.

No nos engañemos. Lo primero que debemos preguntarnos es que sociedad queremos construir. Si vamos a una sociedad en la que los que no tienen dinero no tienen garantizado la curación de las enfermedades o el acceso de sus hijos a una educación de calidad, pues entonces sus medidas son apropiadas. Yo parto de la base de que no quiero que eso ocurra.  OJO, no se trata  tan solo de la desaparición de la educación o la sanidad pública, sino de la rebaja de su calidad. No es de recibo que la escuela pública sea de mala calidad y solo los que no tienen alternativa recurran a ella. La escuela pública ha de tener los mejores profesores y los mejores medios. Lo mismo es aplicable a la sanidad. La situación actual es buena. Los mejores hospitales son públicos y cuentan con los mejores trabajadores sanitarios. Pero la tendencia es preocupante y corremos el riesgo de que detrás de las buenas palabras de los políticos el objetivo oculto sea acercarse a una educación y sanidad pública desprestigiada y último recurso para quienes no tienen alternativa.

Si compartís mi punto de vista, instemos a los poderes públicos a mantener y mejorar nuestros servicios públicos. Pero eso cuesta dinero, y ese dinero tiene que salir de algún lado. Mi propuesta es que los ciudadanos lo paguemos con nuestros impuestos. Pero los impuestos directos son una formula justa en la que los que mas tienen pagan mas. En estricto egoismo a los más ricos no les interesa la solución que propongo. Les puede salir mas rentable llevar a sus hijos a un colegio privado y contratar un seguro médico. Pero esa sociedad mas solidaria tiene muchos beneficios indirectos que afectan a todos. Que no nos vendan milagros o nos cuelen sin decirlo un deterioro de la sociedad del bienestar.

¿Podemos hacer algo aparte de quejarnos o escribir blogs que nadie lee? Podemos. Las medidas económicas las deciden los políticos y a estos los elegimos nosotros. Lo primero es entender el problema. La ignorancia de los ciudadanos es el mejor aliado de los poderosos. Yo he aprendido mucho leyendo blogs y comentarios de otros. La película "Inside Job" que cuenta el origen y desarrollo  de la crisis financiera me pareció un fantástico y didáctico análisis del tema. Yo la recomiendo.

En todo caso, por eso mismo,  he decidido hacer públicas mis opiniones, con la esperanza de que pueda llegar a alguien. Como colofón resumo aquí el paquete de medidas que considero necesario para superar situación del déficit del estado.
     1) Realizar un análisis de los servicios estatales, eliminando las redundancias y lo superfluo, restructurando los servicios supradotados y dotando adecuadamente a los infradotados. Si es necesario habría que realizar una reforma de la función pública para primar el buen trabajo y la eficiencia. Rebajar la burocracia que actúa como rémora para actividades privadas y públicas.
     2) Incentivar la actividad empresarial en los sectores que tengan un mayor potencial futuro. Hay que rebajar los gastos generales y gravar los beneficios empresariales. Las deducciones fiscales podrían aplicarse a sectores estratégicos, tecnológicos o cuando los beneficios se reinviertan en una mejora de la infraestructura que permita dar un salto de competitividad.
    3) Compensar la bajada de ingresos con un subida del impuesto de la renta para garantizar la continuidad de servicios públicos esenciales sin rebaja en su calidad.
    4) Implementar medidas contra el fraude fiscal para conseguir que ningún sector quede libre de contribuir a las  arcas del estado. Tolerancia cero hacia los que cobran el paro y trabajan, hacia los que emiten facturas sin IVA, a los que cobran servicios en efectivo, a los que desvían dinero hacia paraísos fiscales, etc. Hay que articular leyes que permitan a los inspectores encontrar nichos de fraude. No es difícil descubrirlos. Muchos los conocemos. Una ley de lucha contra el fraude debería establecer dichos mecanismos de inspección, incluir sanciones disuasorias (nos solo económicas *), multar a los particulares que se avengan a aceptar dichos fraudes,etc. Se podrían contemplar medidas de gracia a los que decidan regularizar su situación. También cabría permitir trabajos a tiempo parcial para los parados en las que parte de las retribuciones provengan del estado y parte del empleador.

Hay muchas ideas y posibilidades y lo que se espera de los políticos es que valoren los problemas y lleguen a soluciones.


* Imaginaros el efecto que tendría una lista negra que deniegue el acceso a subvenciones, desgravaciones  y concursos públicos a todas las empresas sancionadas por fraude.


























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