lunes, 21 de noviembre de 2011

Analisis Electoral 2011

Ayer se celebraron elecciones legislativas en toda España con el resultado de una aplastante victoria del PP, que consigue una mayoria absoluta muy holgada. Me gustaría aportar mis reflexiones respecto a las razones y consecuencias de esta nueva situación. Para empezar, el resultado no ha sido sorprendente, salvo para los que creyeran en el milagro de última hora.

En un blog anterior mencionaba que las victorias electorales en España no se deben tanto a la ganancia de votos, sino a la perdida de votos de los rivales. Así ha sido, con matizaciones. Rajoy ha conseguido 10,8 millones de votos, 550000 mas que en las anteriores elecciones. No es una cifra valadí, a la que habría que añadir los posibles votantes del PP que no hayan ejercido su derecho. Sinceramente no creo la cifra haya que cambiarla mucho, puesto que la abstención no debería haber afectado sustancialmente a los votos del PP. No obstante, nótese que ese número de votos hubiera sido insuficiente para derrotar al PSOE en las elecciones anteriores, en las que obtuvo 11,289 millones de votos. Así pues podemos decir que la victoria del PP se debe fundamentalmente a que el PSOE ha perdido mas de 4 millones de votos en las elecciones de ayer.

Las razones de ese cambio tan drástico en la distribución de votos no son difíciles de analizar. Por un lado el PP ha sabido mantener una imagen de moderación muy diferente a la que mantuvo al ejercer la oposición en la legislatura anterior. La moderación ha sido acompañada de una voluntaria indefinición respecto a las medidas económicas que pondrían en práctica caso de, como va a ocurrir, tengan la responsabilidad de gobernar el país. Esa actitud ha contrarrestado la llamada al miedo que ha sido eje de la campaña del PSOE. No se ha producido pues el rescate de votos de última hora motivados por el miedo al cambio de gobierno. No obstante, en mi opinión, la perdida de votos del PSOE ha tenido poco que ver con la campaña en sí, y con el carisma del candidato Rubalcaba. La verdadera losa ha sido la gestión del gobierno de Zapatero en la última legislatura. El diario El País piadosamente titulaba su edición impresa de hoy con un "La crisis da todo el poder a Rajoy". Sería un error que, de puertas adentro, el PSOE asumiera esa razón para la debacle. Mas correcto sería decir "La gestión de la crísis del Gobierno da todo el poder a Rajoy".

Si analizamos las medidas económicas del gobierno, el balance ha sido una actuación errática y carente de un análisis en profundidad de las causas y soluciones a la situación. En la anterior legislatura el Gobierno adoptó medidas de difícil justificación desde una perspectiva de izquierdas. No las voy a enumerar porque ya lo hice en otro blog. Respecto al sector de la construcción, algunas de dichas medidas contribuyeron a espolear aún mas ese gigante con pies de barro. Cuando explotó la crisis siguió alimentando a dicho sector con desgravaciones a la reforma de viviendas y dotando a los ayuntamientos de medios económicos para obras civiles de infraestructura. El llamado plan E. En plena crisis vimos como los ayuntamientos hacían carriles de bicicleta, construía aceras nuevas y fuentes. Que despilfarro! Claramente su análisis estaba muy errado. Ese dinero se podía haber utilizado en que los ayuntamientos pagaran las facturas atrasadas en vez de embarcarse en obras nuevas.

Después, Zapatero cambió. Lo hizo con la determinación que le caracteriza. Se ajustó a las medidas que le reclamaban desde el FMI y Europa, y empezó a meter la tijera en el gasto público. El único problema es que la misma convicción y determinación la había tenido Zapatero para hacer lo contrario. Yo no niego que estuviera convencido realmente de que eso es lo que tenía que hacer, el problema es que a base de dar bandazos perdió su credibilidad. Faltó también que usara su imagen para dirigirse a la nación, explicarle las razones y pedirle el sacrificio común. Como ya he explicado en otros blogs, no creo en las recomendaciones de esas instituciones. Pero si creo que hay que llevar las cuentas bien, tener un balance adecuado y equiparar ingresos con gastos. La idea inicial de salir de la crisis a base de déficit, no me convence. Ya se ha visto que acaba teniendo un sobrecoste debido a los intereses de la deuda.

En todo caso, hacer la política económica de la derecha tiene un coste electoral obvio. De que sirve tener un presidente de una u otra orientación si al final la política la dictan los mercados financieros y los organismos internacionales de dudosa imparcialidad. Yo creo que sí sirve. Debería servir para que el peso de la crisis se hiciera recaer de forma mas equitativa en los que mas tienen. Pero, ¿se ha hecho? No. Ha sido un verdadero harakiri político.

El candidato Rubalcaba tenía sobre sí, el haber sido miembro de este gobierno. Al oirle decir "Voy a hacer, voy a hacer", la pregunta obvia del ciudadano es ¿y porqué no lo has hecho?. Sin duda su campaña tampoco ha sido buena. ¿A que asesor se le ocurrió la feliz idea de representarle dando una charla y hablando de lo que es "antropologicamente" la izquierda? Hay que mirar a la cara y decir: "lo hemos hecho mal, creemos que se debería haber hecho esto y si conseguimos la mayoría lo haremos". A saber la cara que pondría el jefe al oir esto, pero así quizás se habría rescatado algún voto. Por el contrario los videos del PP tenían el formato de carta a los reyes magos. Reconozco que la primera vez que lo ví creía que era el video electoral de Izquierda Unida. Vaya sorpresón!


El debate cara a cara también estuvo mal planteado. De nuevo centrado en el miedo a la agenda oculta, con formato de interrogatorio para sembrar dudas. No lo consiguió. Hubo consenso en que Rajoy salió airoso del lance.

Dicho lo dicho, los posibles errores de planeamiento no han afectado de manera sustancial a la derrota. Rubalcaba no tiene la culpa. Tenía sobre sí la actuación del Gobierno anterior. Los votantes de izquierda, se han dispersado hacia otras formaciones (UPyD, IU, Equo) o se han quedado en sus casas, desencantados de la política y huérfanos de representación. La tarea de recuperar el voto perdido no va a ser fácil. Auguró un largo reinado del PP, salvo que hagan alguna cagada, tipo guerra de Irak. Me preocupa el papel que va a intentar tener el Tea Party español en la nueva etapa. Me tranquiliza el que Rajoy, que no es miembro de ese sector, tenga el respaldo de la abrumadora victoria electoral para reforzar su protagonismo. Destaco aquí, que su alocución a los ciudadanos después de la victoria electoral mantenía el clima de sosiego y concordia que ha mantenido ultimamente. Es un consuelo ante los tiempos que se avecinan.

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