sábado, 31 de diciembre de 2011

Campanadas

El año 2011 se despidió dejándonos el perfume esperanzador de la reacción popular espontánea al divorcio creciente entre la población y sus supuestos representantes políticos. Ese sentimiento es algo que viene de lejos, aunque la gravedad de las consecuencias de la crisis ha servido de detonante para la movilización. Ya se sabe que las crisis también tienen aspectos buenos, tanto las personales como las políticas.

Cuando veía la retransmisión de las campanadas de medianoche que sirven de cuenta atrás para el año que empieza, no podía dejar de pensar en la Puerta del Sol con ese aire nuevo, convertida en símbolo de algo mucho menos kitsch que eso del Km 0.

Han pasado unos días y apenas se escuchan los ecos de dichas campanadas, víctimas del vertiginoso afán del tiempo de sucederse a sí mismo. Hay otra campanada que precedió a las anteriores y cuyo efecto, por el contrario, parece amplificarse según pasan los días. Se trata de las medidas económicas adoptadas por el Gobierno de Rajoy. El termino campanada es adecuado en tanto en cuanto hace referencia a la sorpresa causada. No recuerdo haber leído a ningún analista predecir que Rajoy subiría el IRPF. No os niego que al leer la noticia tuve la ensoñación de que Rajoy había estado googleando en busca de ideas y al toparse con un blog con el llamativo de título de "La solución de la crisis del déficit es fácil" no había podido resistir la tentación de leerlo. Sea como fuere me congratulo de que haya decidido adoptar esa impopular medida, puesto que sigo pensando que es la más progresista posible para afrontar la crisis. Me refiero a la crisis del déficit, claro.

Está claro que si mi blog no tuvo una airada contestación por parte de los que no pensaban igual, las medidas de Rajoy han venido acompañadas de muchas manifestaciones de desaprobación. Las he leído con gran atención intentando encontrar lagunas en mi argumentación. Tengo el serio handicap de provenir del sencillo mundo de la Física cuántica subatómica en el que las predicciones que se pueden hacer (y eso está limitado por la propia naturaleza cuántica), se cumplen. No estoy pues preparado para adentrarme en las dificultades de la veleidosa Economía. Muchas críticas provienen de responsables del PSOE, lo que no es extrañar. Desgraciadamente no les puedo preguntar las dudas profundas que me asaltan, como por ejemplo, ¿como es posible que el PP suba el tipo máximo del impuesto al 55%, mientras que Zapatero lo rebajó al 42%? El tipo máximo es el que pagan los mas ricos, recuerdo. También Rajoy ha subido el impuesto a las rentas del capital mientras que Zapatero las bajó.

Yo sigo anclado en mis sencillos conceptos, según los cuales el IRPF es el impuesto mas progresista. Los que no cobran no pagan. Los que ganan por debajo de unos mínimos no pagan.
Los que ganan más, pagan mas proporción de sus ingresos. He oído a personas que me dicen que me equivoco. Se habla del IVA. Desde luego que no me parece mal que el caviar de Beluga o los deportivos descapotables paguen un IVA mas alto, pero no creo que eso aportara muchos ingresos. Para que una subida del IVA tuviera un efecto comparable en los ingresos del estado debería afectar a productos mucho mas comunes. Yo cuando se habla de un encarecimiento fijo de un servicio o bien, siempre pienso en lo mismo. Los ricos van a seguir pudiéndolo pagar y los mas pobres no. Por ejemplo, se habla de un canon por circular con coche en las ciudades (c0mo en Inglaterra). Perfecto! Así los ricos podrán circular sin atascos!

Hay otro argumento que he oído a favor del IVA. Supongo que es de los inconfesables para un político en declaraciones públicas, aunque supongo que circula mucho por los corrillos. Los ricos evaden el pago del IRPF mediante triquiñuelas, mientras que el IVA se paga con el producto y no se puede evadir. Aja! En ese mundo de posibilismos en el que nos ha sumido la política actual, es un buen argumento. A mí se me cairía la cara de vergüenza si hubiera estado gobernando durante 8 años y manejara ese argumento. La lucha contra el fraude fiscal es, desde luego, imprescindible para que los impuestos sean realmente progresistas. Lo que faltaría ahora, para acabar de confundirme es que Rajoy abordara dicha lucha.

Esto parece un baile de disfraces. Es un consuelo leer de vez en cuando que no soy el único que lo piensa. Carlos E. Cué en su artículo de El País del 31 de Diciembre dice: "El Gobierno carga a aquellos con más ingresos para compensar los recortes". En ese artículo se lee también en mini-titular: "La reforma fiscal se acerca a posiciones socialdemócratas que el PSOE olvidó".
Explicar ese olvido es tarea difícil, mucho más que debatir si su líder se llamará Carme o Alfredo.

Está claro que, desde posturas más radicales, a mí también se me puede acusar de "posibilismo". Lo acepto, porque es cierto. Las medidas que propuse asumían que había que cuadrar unas cuentas. Ese pequeño salto suele ser típico cuando se pasa de la oposición al Gobierno. Desde la oposición se puede decir (y se dice): que no se recorten servicios públicos,
que no se baje el salario a los funcionarios, que no se recorten las pensiones, que no se suban los impuestos, que se reactive la Economía y que se acabe con el problema del paro. Genial como carta a los Reyes Magos. Yo partía de la base de que el Estado tiene que balancear gastos e ingresos y pensaba que la forma mas justa de evitar o reducir los recortes sociales era por la via del aumento de los impuestos directos. "Posiciones social-demócratas", sin duda.

En mi descargo diré que no es que haya renunciado a un cambio mas ambicioso en la estructura política y económica mundial, es que, simplemente, creo que el plazo para conseguirlo es más largo. Yo sigo sin entender y compartir muchas cosas de la situación actual. Me hago preguntas del tipo siguiente. ¿Porque puede el Banco Central Europeo prestarle dinero a los bancos a un interés mínimo y no hace lo mismo con los estados? Si lo hiciera, los Estados no tendrían que pagar esos altos intereses por la deuda y podrían tener una política mas expansiva. Si no fuera por esos intereses y la prima de riesgo, el déficit no sería un problema tan grave como es. Krugman no para de recordarnos que el verdadero problema es la recesión y que los recortes no hacen más que acentuarla. Pero, ni siquiera Krugman, se atreve a sugerir que los paises europeos como España, deberían aumentar su déficit.

Hablando de quien presta a quien, mis dudas se establecen a un nivel mas inmediato. Véase ese argumento "progresista" que dice: Si un señor no puede pagar la hipoteca de su casa, se convierte en moroso, entonces el banco le confisca la casa y además el antiguo propietario aún le debe dinero al banco. Pero como no le paga esa deuda, el "pobre" banco no tiene liquidez y tiene problemas para prestar dinero e incluso subsistir. Entonces, el Estado tiene que rescatar al banco comprándole activos o aportándole fondos para sanearlo y luego revenderlo, como no, al capital privado.

Da gusto tener un negocio "rescatable" como el de banquero. Si va bien, te quedas con los beneficios, si va mal, te rescatan. Otros empresarios no tienen la misma suerte. Por no hablar de la utópica posibilidad de que el BCE o el Estado le preste el dinero al "pobre" ciudadano, al mismo interés que le cobra a los bancos, para que pague su hipoteca y el banco cobre sus intereses y ya no tenga morosos.

Son sueños, pero yo no renuncio a que se puedan conseguir. Pero no va ser por una graciosa concesión del poder económico mundial, víctima del enternecimiento condescendiente navideño. Va a haber que luchar mucho, me temo.

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