viernes, 20 de enero de 2012

Rating Fitch: SS- (S=sinvergüenzas)

Recientemente la agencia de calificación Fitch ha emitido un informe sobre España. La existencia de las agencias de calificación podría entenderse como necesaria para que los inversores tengan información no sesgada y puedan conocer los riesgos de los productos financieros. Todo esta muy bien, salvo que antes de que explotara la crisis del 2008, las agencias de calificación no avisaron de los riesgos de unas practicas "OBVIAMENTE" arriesgadas por parte de los gobiernos y los bancos. Así que, para aquellos que valoramos la credibilidad de una agencia por su capacidad acreditada de predicción en el pasado, los informes de las famosas empresas de rating nos parecen tan fiables como echar las cartas o consultar la carta astral.

Pero al margen de la falta de credibilidad de las famosas agencias, nos parece muy grave que dichas agencias excedan la función de valoración de riesgos y sugieran las políticas que los gobiernos deben adoptar. En particular el informe de Fitch dice "Structural reforms to healthcare and education funding are needed if substantial savings are to be made." Es decir,
que es necesario "recortar en educación y sanidad". Esos recortes son anti-sociales, y en particular los recortes de Sanidad pueden llevar a la muerte prematura de algunos ciudadanos.
Así que permitaseme calificar la aséptica opinión de Fitch de "criminal". Cierto es que estoy bastante furioso, pero es que me gustaría que los ciudadanos nos pudieramos defender de entes que, por detrás de una aparente valoración profesional, esconden una visión política reaccionaria. Quede, como consuelo, para ellos mi desprecio.

miércoles, 18 de enero de 2012

No queremos SOPA!!

Este blog no intenta poner voz a los millones de niños que protestan contra sus padres por incluir una "sopita" en su menú diario. Vale, puede que esa rebeldía de los niños sea el germen de la futura rebeldía ante los poderes económicos mundiales y los dóciles políticos que trabajan para ellos. No obstante, la SOPA a la que me refiero es una ley que está siendo considerada para ser aprobada en el Congreso de los Estados Unidos. Es una ley que restringe el acceso a internet en aras de luchar contra la piratería y en defensa de la propiedad intelectual (* Abajo os dejo un vídeo que explica el contenido de la ley y los peligros que genera).

Internet es una de los instrumentos mas poderosos de los que disponemos los ciudadanos. Gracias a internet podemos acceder a información. Pero no solo eso, también podemos comunicarnos entre nosotros independientemente de lo lejos que estemos y de cuantos seamos. Todo eso es un arma poderosísima para que los ciudadanos conozcamos la realidad y participemos activamente en las decisiones sobre nuestro futuro. Está claro que a algunos poderes económicos y políticos, esto no les gusta. Por supuesto, que lo que sí les gusta es usar internet para acceder a la información de los ciudadanos, pero no que los ciudadanos accedan a su información. Véase como ejemplo, el caso de Wikileaks y la respuesta del gobierno americano con la necesaria cooperación de algunas corporaciones (gobiernos y aparato judicial) para llevar a la ruina a la organización y castigar a su máximo responsable. Como en ese caso, los gobiernos en general aducen razones aparentemente altruistas y razonables para que gran número de ciudadanos admitan leyes que restrinjan la circulación de información por la red, o que permitan que los gobiernos o instituciones los intercepten y filtren.

No os dejéis engañar. Internet, como todo instrumento se puede usar para cometer delitos. Lo pueden usar los terroristas para comunicarse o los pederastas para intercambiar información o acceder a sus víctimas. Pero también pueden usar coches, cartas, disfraces, etc. ¿Los vamos a prohibir? En America, las armas de fuego, cuya relación con la comisión de delitos es bastante mayor, se pueden adquirir con relativa facilidad. Pero la comisión de delitos, por grave que sea, lo es menos que la restricción de libertades de los ciudadanos. Los gobiernos dictatoriales siempre han justificado sus medidas represivas de las libertades argumentándolas como una estrategia de lucha contra la "subversión". Según eso, el allanamiento de morada, la violación de la intimidad, la guerra sucia o la tortura están justificadas. Se las plantea como medidas efectivas para la lucha contra un delito. Desgraciadamente muchos ciudadanos no tienen claras algunas cosas básicas y son presa fácil de la retórica demagógica de sus dirigentes. Hay una jerarquía de valores y no está justificada la restricción de los derechos civiles de forma indiscriminada en aras del castigo de ciertos delitos o la busqueda de objetivos supuestamente altruistas (tomen nota los cubanos). A nivel mas "espiritual", la restricción de acceso a la información siempre ha sido la herramienta preferida de la iglesia para prevenir la comisión de pecados. El secretismo en la información sobre el sexo a niños y jóvenes, fuente de tanta incomprensión y desasosiego, era el estándar en España durante mi infancia. Bueno, no solo a los jóvenes: véase la censura en el cine, la televisión o los libros. Eduquemos a nuestros hijos para que estén preparados o alerta ante el efecto de las drogas, la pederastia, u otros peligros. No son los mas informados, sino los mas ignorantes los ciudadanos mas vulnerables al engaño por parte de particulares o instituciones.

Se preguntaran algunos, como pienso yo que se podría luchar en defensa de la propiedad intelectual y la cultura. ¿Cultura? Aquí se está hablando de un negocio. Se produce algo, que luego se vende. Detrás hay toda una industria. La defensa de la propiedad intelectual beneficia a quien mas gana. Los grandes perceptores son los mas comerciales, no los que producen las formas artísticas mas elaboradas, innovadoras o sofisticadas. La música de Lady Gaga o las películas de Spielberg son las grandes perceptoras. En España serían Alejandro Sanz, las películas de Torrente, etc. No es que me parezcan mal esas formas artísticas, pero puestos a proteger se me ocurre que quizás estarían mas necesitadas aquellas formas culturales que van dirigidas a un público mas restringido y cuyos valores culturales superan con creces a los del puro entretenimiento.

Todo es por el dinero. No son los autores, sino las industrias que hay detrás, los que tienen el poder de convencer a los políticos para que hagan leyes que les protejan. Pero es una lucha baldía. Toda la vida, los estudiantes de las universidades han fotocopiado los libros que necesitaban. Los libros de texto del colegio se han heredado de hermano en hermano o incluso entre amigos. ¿Malo para el negocio de los libros de texto? Cierto. Pero natural. El problema hoy en día es que la información de un libro o una canción se puede digitalizar. Con ello yo puedo prestarle al libro a mucha gente y muy lejana, sin salir de casa. El negocio se resquebraja. Claro, pero ya pasó con los que vendían tablas de logaritmos cuando salió la calculadora, los dueños de salas de cine cuando salió el vídeo, los sastres cuando salió el pret-a-porter, etc. Hay una lista larguísima de casos similares. Seguro que habrían querido que por decreto el gobierno impidiera que eso ocurriera. Pero no tenían la fuerza. La única solución es un cambio de negocio. La situación puede ser un alivio para los creadores. En muchos casos pueden acceder directamente a los ciudadanos sin la intermediación de las industrias. De cada CD de música que se vende, el soporte cuesta una fracción muy pequeña del precio. Estamos pagando por el contenido. Sin embargo, el creador percibe solo una pequeña parte del dinero que genera su obra. ¿Se perderá calidad? No necesariamente. Yo soy usuario del software libre. Un software por el que no pagas y cuya calidad es frecuentemente mejor que la del software comercial equivalente.

¿Como evitar que le preste el libro o la canción a un amigo? Entrando en mi casa y registrándola, interfiriendo en las comunicaciones, filtrando lo que mando y recibo. Todas esas soluciones son invasivas de nuestra intimidad y conculcan nuestras libertades. La ley no va tan lejos, y por tanto no va a conseguir el objetivo. Pero sí va a sentar un grave precedente de injerencia, un peldaño, que si dejamos que ocurra, no tendrá vuelta atrás.

Podéis firmar la petición de Avaaz (mas vale trade que nunca)
 http://www.avaaz.org/en/save_the_internet_action_center_b/?cebMdab

Si queréis saber algo mas de la ley SOPA podéis mirar este vídeo


domingo, 8 de enero de 2012

Yo tambien soy de esos, Sr. Levy

En un artículo(*) de El País de hoy (8 de Enero del 2012) el filósofo francés Bernard-Henri Levy defiende encendidamente la ley francesa que penaliza el negacionismo del genocidio armenio por parte de los turcos. Dicha defensa adopta mas bien la forma de un ataque, salpicado de adjetivos descalificadores hacia los críticos. Por ejemplo, al final del artículo acaba con la frase "... sin dejarse intimidar por esa pandilla de historiadores".

El artículo empieza así: "Esta gente es realmente incapaz de comprender?" "¿O solo está fingiendo que no se entera?". No se que opción me corresponde, pero yo, desde luego, estoy en radical desacuerdo con esa ley. Ni soy armenio, ni soy turco, ni soy francés, ni niego el genocidio armenio, ni niego el holocausto judío, ni nada de eso. Simplemente, me parece mal que una ley regule lo que se puede pensar y decir sobre un hecho ocurrido en el pasado. Puestos a elegir hay muchas otras cosas que pondría primero en la lista. No entiendo ni la necesidad, ni la oportunidad.

Veamos los argumentos. Para Levy la necesidad de la ley proviene de: "Todos tenemos derecho a exigir reparación para una ofensa como es atentar contra la memoria de los muertos". Uff!
Se me ocurren muchas situaciones en las que se puede aplicar este mismo principio. Pero, no hay problema, porque según Levy solo ha habido tres o cuatro genocidios en la Historia: Los judíos, los armenios, los ruandeses (Levy duda de si hay que incluir también a los camboyanos.)
No se si la ley incluye todos estos genocidios o es solo para la de los armenios. Me preocupa la de los ruandeses (supongo que se refiere a los hutus a manos de los tutsís), porque fue hace poco tiempo, y ocurrió sin que los demás países del mundo hicieran nada al respecto. En todo caso, la lista de Levy es cuando menos cuestionable (Espero que cuestionarla no sea constitutivo de delito en Francia). Por ejemplo, la Wikipedia da una lista bastante larga empezando por el exterminio cartaginés a manos de los romanos. Pero está claro que Levy tiene argumentos contra los que opinan así. Textualmente argumenta que decir que esta ley abre el camino a una larga lista de otras leyes (como una Caja de Pandora) amparadas por el mismo principio "es otra imbecilidad, además de otra infamia teñida de mala fe, en este caso, caricaturesca."

Luego está la cuestión de el porqué de hacer la ley ahora. Levy nos dice que la oportunidad se debe a lo que en sus palabras es un "parámetro". El parámetro, nos desvela, es el negacionismo del Estado turco. Así que al final está claro que se trata de criminalizar al estado turco. ¿Porque? No por nada que haya hecho, sino por decir que sus antepasados no cometieron un
genocidio contra los armenios. Se me ocurren miles de situaciones mas justas y oportunas por las que criminalizar a un estado que ésta. Según Levy se trata de un estado "con la capacidad de chantaje y las represalias de un estado poderoso". En mi opinión es justo al revés. Ni en mis
máximos delirios se me pasaría por la cabeza que el Estado francés pasara una ley parecida contra EEUU o China. Razones no faltarían. La revolución cultural, el exterminio de los indios americanos, las matanzas de Vietnam, el Tibet, Corea del Norte, etc, etc. Y por poner un caso concreto no creo que "el lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima" sea decretado crimen contra la humanidad, aunque desde luego lo es.

Hay desde luego una realidad: la historia la escriben los poderosos y los vencedores. Eso es cierto de la "historia" de consumo... la que sale en los periódicos, en las películas. Todavía estoy por ver una película americana sobre la resistencia francesa en la segunda guerra mundial en la que uno de los combatientes se declare militante comunista, y sin embargo una parte de los resistentes lo era. Tampoco había socialistas, comunistas, polacos o gitanos en los campos de concentración nazi. Si te basas solo en las películas, solo había judíos. Afortunadamente, yo si creo en los historiadores; Aquellos que buscan la documentación para explicar lo que pasó exactamente. No lo tienen fácil porque hay ocultación deliberada de los datos por parte de los gobiernos.

Un último comentario que para mí es esencial es el efecto negativo que tiene desenterrar el pasado (hablamos de hace 100 años aprox.) cuando lo que debería haber es un intento de aproximación y tolerancia hacia los otros. Turquía es un país-puente. Por un lado es un país con legislación laíca y población islámica, que podría servir de modelo para otros países. También es candidato a la UE. Anticipo que para ingresar le acabaran poniendo como condición que acepte el genocidio. Por debajo hay otros problemas como el de la cuestión chipriota, y el ancestral odio con los griegos. Puede que en realidad, solo sean escusas. El problema es la gran población turca y el problema de emigración que genera. Ya vemos que todos esos escrúpulos no valen para la OTAN, de cuya organización forma parte. Recordemos finalmente que el gobierno turco ha sido uno de los grandes protagonistas de la iniciativa de la "Alianza de Civilizaciones", una exportación del "talante" de Zapatero a la esfera internacional. Pese al entrecomillado la iniciativa no me parece mal, que conste. En resumen, esta ley es una piedra en la rueda mas para un acercamiento entre Turquía y el resto de Europa. Es una mala noticia.


En resumen, busquen en la lista de perversos motivos que enumera Levy cual es el que se me debería aplicar por reiterar que, ME PARECE MAL QUE EL PARLAMENTO FRANCES ACABE DE APROBAR UNA LEY CRIMINALIZANDO EL NEGACIONISMO DEL GENOCIDIO ARMENIO. Como castigo ya tengo muy negro mi futuro en Francia por desafiar la cólera del mandarinato.

Como me encantaría ver aprobadas leyes que erradiquen la impunidad con la que se conducen los dirigentes de muchos países del mundo: torturas, represión, guerras, exterminios. No acabamos viendo a Osama Bin Laden, a Milosevic, Pinochet o a Gadafi juzgados y cumpliendo pena por sus desmanes. En otros casos hubo mas suerte. Pero ni con suerte veremos a otros siendo juzgados, aunque desde luego deberían serlo. ¿Un ejemplo? George W. Bush. Dado que hay poca confianza en que las leyes remedien esta situación, nos encomendaremos al juicio de la Historia.


(*) El artículo de Bernard-Henri Levy:
http://www.elpais.com/articulo/opinion/genocidio/armenio/elpepusocdgm/20120108elpdmgpan_1/Tes